Mano. ¡Qué hermoso regalo me diste! No imprimió sólo una sonrisa, sino además una lágrima. Fue una avalancha de recuerdos la que se me vino encima... y la música…
¿Recuerdas la época del Canal Experimental?, cuando mis tardes estaban llenas de sombras misteriosas, de sabores polvorientos, de imágenes salidas de un baúl??? Creo que fue al poco tiempo de que nos separaran de piezas. Porque la sensación que tengo es estar en el sillón, envuelta en una frazada, sola, esperando que llegaras del colegio.
Mientras tanto, viajaba al pasado, me bañaba de melancolía, formandome ese carácter tan ermitaño y tan tuyo también… ¡Cómo me hubiera imaginado en aquella época que íbamos a vivir tan lejos el uno del otro?! Yo, con los pingüinos y tú, vecino de los esquimales…
¡TE AMO!
Eres el mejor hermano del mundo. Extraño tus bromas pesadas, ácidas y sorpresivas. Extraño que me asustes, que me enojes, que me huevees, que vayamos a comprar “hallullas”, que caminemos en la lluvia para luego ir a ver una película. Extraño acompañarnos en el baño para descubrir mensajes y seres escondidos en el linóleo de la pared, que te pongas huevón, que bailemos a go-go, que juguemos con el centro de jogos, a las cosas y al circo. Que te embutas en la almohada como cuncuna, que te la hagas sombrero medieval y que camines con las rodillas. Finalmente, extraño que te hagas el sonámbulo y que inventes mentiras bien argumentadas, de esas que pueden durar años antes de decirme la verdad…
(…andate a la chucha, pero llévame contigo)
30 de abril, 2008
¿Recuerdas la época del Canal Experimental?, cuando mis tardes estaban llenas de sombras misteriosas, de sabores polvorientos, de imágenes salidas de un baúl??? Creo que fue al poco tiempo de que nos separaran de piezas. Porque la sensación que tengo es estar en el sillón, envuelta en una frazada, sola, esperando que llegaras del colegio.
Mientras tanto, viajaba al pasado, me bañaba de melancolía, formandome ese carácter tan ermitaño y tan tuyo también… ¡Cómo me hubiera imaginado en aquella época que íbamos a vivir tan lejos el uno del otro?! Yo, con los pingüinos y tú, vecino de los esquimales…
¡TE AMO!
Eres el mejor hermano del mundo. Extraño tus bromas pesadas, ácidas y sorpresivas. Extraño que me asustes, que me enojes, que me huevees, que vayamos a comprar “hallullas”, que caminemos en la lluvia para luego ir a ver una película. Extraño acompañarnos en el baño para descubrir mensajes y seres escondidos en el linóleo de la pared, que te pongas huevón, que bailemos a go-go, que juguemos con el centro de jogos, a las cosas y al circo. Que te embutas en la almohada como cuncuna, que te la hagas sombrero medieval y que camines con las rodillas. Finalmente, extraño que te hagas el sonámbulo y que inventes mentiras bien argumentadas, de esas que pueden durar años antes de decirme la verdad…
(…andate a la chucha, pero llévame contigo)
30 de abril, 2008
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