Abrir bien los ojos...
Hay Sol aunque no lo
veo. Hay Sol aunque no lo siento. Nuevamente entre las
sombras, retrocediendo
pasos a medida que avanzan los minutos de mi vida. En el mismo
camino y
ciega...se agotan nuevamente los deseos de seguir respirando...
Aprender... aprehender... medicarse el ánimo... conocer... abrir bien los ojos y
refregárselos con ají. ¿Para esto fue todo? ¿sabes tú, señor lo que
significa volver y volver y
volver a ocupar este cuerpo defectuoso y posarlo
frente a la realidad de los hombres?
Prometiéndote una y otra vez no cometer
los mismos errores que hace una eternidad,
prometiéndote realizar una obra
irrealizable... lo único que me queda es tomar en serio la
regalada que me has
hecho... tomarlo con miedo eso sí, porque no sé qué esperar de tí...
Me hace
recordar ese sueño que tuve hace un par de años, sueño de maderos ardientes
por
el cual puedes vengarte en cualquier momento... Pero ¡sí!... he de aceptar el
desafío
porque no me queda otra opción... y he de tratar de hacerlo bien,
porque sé que eres tú
quien tiene el sartén por el mango... el oxidado sartén
de mis existencias. Sabes que lo dí
todo por tí. Lo dejé todo... me abandoné
hasta en lo más minúsculo y estoy consciente que
todo eso es irrecuperable,
pero creo también que es para esto que me diste otra
oportunidad de vivir...En el
fondo, mi vida te pertenece. Soy sólo un personaje de tu
cuento... por algo
eres Dios...y por algo eres hombre...
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